Que agradable y tranquilo imaginar.
Pero ya estuvo chido.
Te quiero, como tú no me quieres. Como si te hubieses muerto ayer, y mis lágrimas sigan frescas.
Como si te acabara de conocer. Como si tu cintura estuviera entre mis brazos, tu ombligo en mi frente. Besandote la piel. Y a tí no te importa, si te quiero, sino te quiero. Duele saber que te da igual, que ya no te Importa qué siente este corazón, qué pasos dan mis pies, qué ideas pasan entre mis orejas.
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